En términos generales, la quiropodia es un tratamiento podológico que consiste en la eliminación de callosidades y alteraciones en las uñas de los pies con el objetivo de evitar que estas leves lesiones se agraven y deriven en otras de mayor envergadura. Estas sesiones permiten también que el podólogo haga una revisión de posibles enfermedades de la piel tales como hongos o papilomas, entre otras. La quiropodia incluye el corte y fresado de uñas terapéutico, deslaminación de hiperqueratosis (durezas), tratamiento de callosidades y helomas, fresado de talones y la hidratación con masaje relajante.
¿A qué edad debemos hacernos una quiropodia?
No hay una edad concreta que determine cuándo debemos acudir al podólogo para realizarnos una quiropodia, pero cada vez son más jóvenes, sobre todo deportistas, los que visitan nuestras clínicas para realizar este tratamiento con el fin de controlar la salud de sus pies y prevenir futuras dolencias o patologías que, a largo plazo, puedan afectar en su día a día o en la práctica de su deporte.
Sin embargo, el sector adulto es más propenso a sufrir molestias en los pies, por lo que su control y cuidado podológico debe ser más regular.
¿Por qué acudimos a realizarnos una quiropodia?
La edad, usar calzado inadecuado y la práctica continua e intensa de algunos deportes son las principales causas por las que los pacientes acuden a las clínicas para realizar este servicio ya que son las que suelen provocar la aparición de callos, sudoración, uñas encarnadas, verrugas, hongos y durezas.
¿Cada cuánto es recomendable realizarse una quiropodia?
Debemos hacernos una quiropodia al menos una vez al año, y a partir de ahí es el especialista el que recomienda la frecuencia. Según los requerimientos de las lesiones de cada paciente hay quienes acuden al podólogo para este servicio cada seis meses y quienes lo hacen cada tres o cuatro meses, bimensualmente o incluso mensualmente por problemas en las uñas o en la piel que requieren cuidados permanentes.
Por qué es importante realizarse quiropodias a cualquier edad?
Sea cual sea la edad, es aconsejable visitar al podólogo una vez al año para examinar en profundidad todos estos aspectos de nuestros pies.
Razones para que los jóvenes se hagan quiropodias
El hecho de ser joven no es un indicativo de una salud óptima de los pies. Por ejemplo, las uñas incarnadas son un problema más habitual de los jóvenes por los cortes incorrectos de las uñas. Además, los jóvenes suelen tener otros problemas derivados de la práctica deportiva, como los hongos o los papilomas.
¿Cuál es la mejor época del año para hacernos una quiropodia y por qué?
No hay una época concreta del año idónea para realizarse una quiropodia aunque sí es cierto que acercándose el periodo estival se nota una afluencia mucho mayor de pacientes, ya que llega el momento de enseñar los pies con el calzado más abierto.
¿Cuáles son las consecuencias de no realizarnos quiropodias?
Las consecuencias son las mismas que si una persona no acudiera nunca al dentista. Es posible que nunca tuviera problemas en su boca o en sus pies, pero una detección precoz de cualquier alteración a nivel de los pies o las uñas puede aliviar un problema mayor en el futuro.
Un continuo control de nuestra salud podológica es la mejor prevención para detectar posibles dolencias o patologías. Nuestros pies son los motores que nos llevan a todos los sitios y, como todos los motores, hay que revisarlos y cuidarlos.
ARTICULO ESCRITO POR PODOACTIVA